Guajira - Colombia
La península de la Guajira es uno de los lugares más lindos de Colombia, sus playas, el color del mar contrastando con la arena amarilla, una reserva natural o un oasis en medio del desierto y por supuesto los indígenas Wayúu, son parte de este espléndido lugar, lleno de espacios que saciaran tus ojos con su belleza.
Maltratados en su cultura y con muchas necesidades, como el agua potable, la Guajira es uno de los lugares mágicos que vale la pena conocer en Colombia, en un viaje sin muchas pretensiones, para dormir en chinchorro o hamaca (si quieres) bajo las estrellas, mientras te arrulla la brisa caribeña disfrutando de un paraíso natural difícil de encontrar en el mundo.
Sus habitantes, en su mayoría indígenas Wayúu, hacen parte del hermoso paisaje durante todo el recorrido de la península. Su tradición más importante es el tejido en hilo, con el que diariamente las mujeres tejen mochilas, chinchorros y hamacas que son vendidas en muchos lugares del mundo, donde desconocen su realidad. Es una hermosa comunidad con mucho contenido mitológico, con mucho que enseñarnos como cultura desde la belleza de sus tejidos, cuyos significados enaltecen las virtudes, cualidades, belleza y cultura de la mujer Wayúu.
Sierra nevada, Palomino- Colombia
Literalmente metidos en las zonas montañosas del norte de Colombia viven los indígenas Arhuacos, quienes comparten territorio con los Koguis y los Wiwas. Son profundamente espirituales y creen que su entorno natural y social no debe ser más que uno, en su desarrollo natural.
Las diferentes alturas montañosas les permite cultivar distintos tipos de productos para su consumo y para ser comercializados en la parte baja de la montaña.
Una de sus costumbres ancestrales es el tejido a mano con lana de ovejo, plasmando en ellos su entorno natural y la integración de este con ellos mismos, partiendo con significados entrelazados con la matriz de la mujer Arhuaca. Una cultura con mucho por descubrir y con mucho que entregar.
Valle de Sibundoy, Putumayo - Colombia
De repente te encuentras con el Valle de Sibundoy en el Putumayo, Colombia. Un lugar especial, por su entorno natural, por sus habitantes y por los pulmones que se cierran y expanden en sus hermosas montañas. Un lugar donde los perros (todos gorditos) son parte del pueblo y el Jaguar desde su hogar vigila en la montaña.
El hogar de las comunidades Inga y Kamsá. Se mezclaron, cuando llegaron los Inga y conquistaron la tierra de los Kamentzá. Siendo los Ingas un pueblo más desarrollado, el escenario se prestó para conquistar el pueblo que desde hacía décadas habitaba la región del Valle de Sibundoy, el pueblo Kamentzá. En medio de esta conquista Inga, arribaron los españoles, conquistando ambos pueblos y estableciéndose religiosa, cultural y políticamente en el territorio inidígena.
Hoy en día el Valle de Sibundoy está conformado por cuatro pueblos, Santiago, Colón, San Francisco y Sibundoy, en los cuatro habitan indígenas de las dos culturas, Inga y Kamsá, teniendo como tradición ancestral el tejido en hilo y chaquiras, siendo el tejido en chaquiras una tradición traída de antiguas celebraciones, donde elaboraban collares tejidos con pequeñas pepitas de oro para ser utilizados por algunos de ellos.
En los significados de sus tejidos (todos enviados por ellos), se refleja su hermoso entorno, sus tradiciones, sus medicinas y sus sueños. Es sorprendente ver lo que hacen con su medicina basada en plantas, y cómo esta hace parte de una sociedad que se cuida a sí misma sin muchas pretensiones, con lo que conocen y siempre han visto.
Municipio de Silvia, Cauca - Colombia
Misak más conocidos como «gente del agua».
El pueblo, Misak o Guambiano, como también ha sido llamado, se concentra sobre la cordillera central en el departamento del Cauca, quienes comparten territorio con los Nasas o Paeces.
Habitan principalmente en el municipio de Silvia, conviven en resguardos alrededor de los cascos urbanos de estos municipios, al interior del resguardo cada familia tiene una parcela donde construir.
El resguardo Guambía es uno de los de mayor población y uno de los más tradicionales, allí la práctica de las costumbres propias y el uso de la lengua Nam trik (Significa según sus mayores, la voz surgida desde las aguas, desde el nacimiento para prolongar vida y coexistir con la madre; la palabra no es de imposición, sino que, es de respeto y de escucha). Son conocedores de botánica y plantas medicinales, expertos tejedores y agricultores.
Los Misak conservan prácticas tradicionales en la elaboración de distintos tejidos, cada familia posee un telar que es usado usualmente por la mujer. Las formas y símbolos que se encuentran en los tejidos representan la naturaleza y el mundo que los rodea.
